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Ya es inevitable: llega la época de lluvias. Bajan los ánimos para salir, pero tu perro sigue necesitando de su rutina y del ejercicio diariamente. La época lluviosa no debe impedir que continúes cuidando su salud y que él siga disfrutando de estos ratos de ocio. Por eso, te dejamos unas recomendaciones que pueden ayudarte a evitar que tu perro pase malas experiencias.

No lo obligues:

No debes imponerle la actividad, ya que siempre debe ser un momento positivo para tu perro. Al obligarlo, podrías provocarle un temor o fobia a la lluvia y esto le obligará a quedarse en casa. A algunos perros, los estruendos, los nuevos olores y el miedo a lo desconocido les impiden disfrutar de un paseo bajo la lluvia. En este caso, si no hay voluntad de salir, es mejor que busques otras alternativas de ejercicio en casa.

Planear la ruta:

En estos días de lluvia lo mejor es que busques rutas poco transitadas o parques sin muchos perros, pues no es momento de socializar. Lo caminos tranquilos, con poca gente, con pocos coches y pocos estímulos, no añadirán más estrés del que el perro pueda estar sintiendo ya. Lo más importante es que se sienta seguro, relajado y feliz.

Equipamiento:

El perro debe ser lo más visible posible para evitar accidentes. Una recomendación importante es la del uso de reflectantes, especialmente si tenemos que pasear por zonas muy transitadas o cerca de una carretera. Hoy en día es más fácil encontrar collares y chalecos reflectantes o colgantes que parpadean en las tiendas de mascotas. Puedes usar cualquiera de estos, lo importante es que cuando haya problemas de visibilidad, tu perro resalte a la vista.

Seguridad:

Además de los reflectantes, hay más cosas que puedes hacer por la seguridad de tu mascota. Los días de lluvia se recomienda que tu perro permanezca atado en todo momento. Por muy acostumbrado que esté a salir mientras llueve, no podemos predecir si, por alguna razón, algún ruido muy fuerte pueda asustarle. Los truenos o el cambio de intensidad de la lluvia pueden jugarte una mala pasada, pero ya sabes cómo prevenirlo.

SÉCALO:

Al llegar a casa sécalo muy bien con una toalla para así evitar enfermedades y la proliferación de hongos o bacterias que puedan causarle una enfermedad en la piel. Debes prestar especial atención en las zonas de las orejas, las axilas y las almohadillas que es donde más puede acumularse la humedad.

Como último consejo, nunca dejes a un perro solo en la intemperie. El riesgo de que pueda perderse, escaparse o que sufra un accidente es muy alto. Sus nervios están más a flor de piel que de costumbre y esto puede resultar una mala experiencia. El paseo es un momento para compartir y pasarlo bien así que, al finalizar, premia el buen comportamiento de tu perro con una sesión de caricias y mimos.